viernes, 20 de marzo de 2009

¿Para que sirve el arte?



Es una afirmación común de escuchar. Que el arte ayuda a vivir, que hace bien, que es bueno, que hace mejor a las personas, que nos ayuda a soportar las dificultades de la vida cotidiana. Sin embargo no son pocos los casos de artistas terribles con sus seres queridos, coleccionistas solo preocupados en ganar dinero y multiplicar sus inversiones, sin tener en cuenta si con ello alguien sufre. Muchas de los terribles asesinos del siglo XX fueron grandes adoradores de las artes plásticas y musicales, siempre y cuando, claro, no contradijeran su pensamiento. El poder del estado, dice la historia, cuando se impone sobre la libertad, ha destruido a grandes artistas, los ha sometido en nombre de la pureza, de la ideología, del deber ser. Aunque hayan construido grandes escuelas de arte. Creo que la historia nos da mas pruebas de que el arte no hace nada por que seamos mejores, que las que nos da para asegurarnos de que solo sirve si nos sirve. Mas alla de la proclamada inutilidad del arte, me gusta más la corriente que piensa que el arte nos hace mejores si lo hacemos, que si solo lo contemplamos. El poder terapéutico de la expresión artística sí esta ampliamente demostrada. Presos en talleres de plástica, discapacitados en coros, la radio de los locos, y cantidad de experiencias relacionadas a la práctica artística son pruebas contundentes de que la realización es la que nos ayuda a vivir. No importa, según mi punto de vista que sea consumido por otros, que genere dinero, o que se transforme en una actividad de tiempo completo. Pero les puedo asegurar que después de escribir un cuento, de hacer una escena, de tocar un área o de cantar, aunque sea en el Karaoke, se van a sentir mucho mejor, con endorfinas para regalar, y porque no, con ganas de besar.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Refutar la crisis


No hay una manera de hacer teatro, como no hay una manera de hacer nada. En ese sentido el posmodernismo dejo algo que nos puede servir todavía: Mientras tengamos la posibilidad de incorporar mundos nuevos a nuestro pequeño mundo mejor podremos disfrutar de lo que tenemos. Todo nos puede aportar una mirada diferente, la cuestión está en poder tener el espacio para experimentar las diferentes creencias y sensaciones. Incluso para descubrir nuestros límites o para traspasarlos. Pero lo que no nos debe atrapar NUNCA es lo que llaman crisis, como si fuera sinónimo de inacción. Por un año lleno de experiencias nuevas que descubran en nosotros nuevos mundos. Hay mucho para decir y todavia mucho por hacer. Los espero.