jueves, 10 de septiembre de 2009

Ley de medios. Discusión.


Causa gracia la desfachatez de algunos periodistas al proclamar la libertad de prensa como si esta ley estuviera pensada únicamente para cercenárselas. Tantas veces tuve que tragarme el polvo de un reportaje que tergiversaba mis palabras, mal entendía mis dichos y cambiaba conceptos por completo, que me resulta hasta cómico ver cómo ahora ellos mismos temen lo que se haga con lo que dicen. Porque es cierto que frente a las respuestas de otros se han arrogado históricamente el derecho a editar como les parecía, dejándonos -ya que no es algo que me pasara solo a mí, sino que es algo que soportan casi TODOS los entrevistados- muchas veces mal parados, diciendo cosas que no dijimos, sacando de contexto solo para obtener un buen titular. Esos mismos periodistas deberían sincerarse y reconocer que lo que defienden no es la libertad de expresión, sino a los multimedios todopoderosos que los contrata anualmente y que deciden cual es la realidad según convenga a su negocio. Re escribiendo, re editando y re creando lo que pasa muchas veces de manera capciosa. Más allá de que hay que asegurar la diversidad de voces necesarias para que los gobiernos de turno no terminen siendo los que manejen la opinión de la gente o de la misma prensa, una nueva ley, y pensar sobre la cosa, es ya un avance. En este momento no existe tal libertad proclamada. Los ciudadanos que no estamos en contra del gobierno de manera absoluta tenemos que soportar la crítica despiadada y permanente a TODO lo que ellos proponen, sin casi tener espacio para disentir. Que el congreso trabaje para asegurar la democracia es un derecho nuestro y una obligación de ellos. Que lo hagan y que asuman la responsabilidad de cambiar para mejor en función de TODOS los argentinos..

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