sábado, 11 de abril de 2009

Noy hay hechos, sino interpretaciones


Tengo que tener presente esta frase de Nietzsche muchas de las veces que voy al teatro. Cuando algo muy recomendado me deja fuera o me parece justo lo contrario de lo que a la mayoría de la gente, me pregunto si seré yo la equivocada. Obras que me resultan aburridas por inconsistentes, o vacías por lo panfletarias, o zonzas en su crítica a la zoncés. Me produce sensación de aislamiento estar presente en un teatro donde la gente aplaude a rabiar lo que me resulta obvio y miro azorada sus carcajadas sobre lo que creo poco gracioso. O cuando SIEMPRE un actor que es bueno es bien criticado por la inercia de su historia. Es cierto que hay mucha complacencia y poca mirada crítica especialmente hacia ciertos especímenes del teatro. También lo es que no es fácil hacer una buena obra, mucho menos un éxito y que la inversión y el trabajo de muchos debería bastar para apoyar las iniciativas culturales. ¡Pero cómo se me hace de díficil ir con la corriente muchas veces! Entonces es donde me digo a mi misma: "Veo otra cosa, aunque quede mal decirlo, aunque nadie lo pueda escuchar. Es mi visión y contra eso no puedo ir" Lo único que me queda es mirar dos veces y preguntarme sin simpleza cómo lo hacen.

miércoles, 8 de abril de 2009

Minetti y el ocaso que emerge


Presenciar el trabajo de un actor como Juan Carlos Gené es una experiencia pocas veces vivida. Aunque suene ampuloso, su trabajo sirve como faro. En el sentido de guía, aunque hagamos caminos diferentes. Verlo en su simplicidad y su complejidad al mismo tiempo da muestras de lo que puede hacer un cuerpo ya anciano pero que guarda el encanto y la gracia de toda su vida. Verlo es presenciar la prueba viviente de una vida que ha sufrido pero que en el ocaso, pareciera resurgir. Escucharlo, sentir su respiración, percibir sus matices, son lecciones dadas una detrás de otra, y una mejor que otra. Sobre un texto de un inmenso autor como es Thomas Bernhard, Carlos Ianni ha logrado un espectáculo que conmueve y entretiene, que lleva a la reflexión y que colma el alma. Una clase magistral.