viernes, 24 de abril de 2009

El problema no es moral


Se discute si es una cuestión pública o si es privada. Si se debe responsabilizar a Lugo por haber sido Obispo o por ser presidente. Si es algo muy común en Paraguay y, cada pueblo su idiosincrasia, debemos respetarlo. Pero me parece que se apunta mal. No es un problema moral. Si Lugo tuvo una o mil mujeres, si es común que en Paraguay los hombres, en minoría cuando la guerra de la Triple Alianza, tengan muchas mujeres para procrear, no es lo importante. El problema es si se hizo en su momento cargo de esos hijos, de darles un apellido, de mantener su alimentación, de asegurarles educción. En fin, si se hizo responsable por el fruto de sus actos. No debe importarnos creo yo su moral privada entre adultos. Como no me importó que Clinton tuviera relaciones con una adulta y un habano en el salón oval. El problema es la perpetuación de un menosprecio a la mujer, un descuido de unos hijos que están ahí, que no son ideas ni imaginaciones. La cuestión fundamental pasa por si seguimos permitiendo que haya sociedades que usen a la mujer como colchón caliente, como en la época colonial, y siembren hijos para dejarlos como objetos por ahí diseminados. Pero si el ojo se pone solo en lo sexual, la iglesia, o los hijos naturales, nos ocupamos de una cuestión de moral retrógrada que, me parece, no tiene nada que ver con el fondo de la cuestión.

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