viernes, 14 de agosto de 2009

Los actores en defensa de la cultura

(Destrucción de Budas por los Talibanes)
El actual gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mediante el retaceo y/o recorte de las partidas presupuestarias destinadas a aquellas actividades artístico-culturales que son de su responsabilidad, intenta minimizar o llevar a la intrascendencia la importancia y alcances del Complejo Teatral de Buenos Aires, integrado por los teatros: San Martín, Alvear ,Sarmiento, Regio y De la Ribera.
Ahora ha llevado las cosas más lejos: Por decreto, ha intentado prohibir todos los contratos de actores, directores, escenográfos, vestuaristas, músicos, etc., que permitirían cumplir con la segunda parte de la programación del citado Complejo, ya anunciada para la temporada 2009, sumándolo a la lista de trabajadores perjudicados, como los del Teatro Colón, La Calle de los Títeres, y los teatristas subsidiados por Proteatro.
Lo hace siguiendo su rutina ideológica que entiende, como en este caso, que la actividad teatral no forma parte del bien común a resguardar; que distrae fondos sustraídos a problema más urgentes y, conclusión inevitable, debería ser adjudicada a privados (la esfera privada) que la optimizaría más allá de lo que el Estado podría hacer.
Es decir: Considera nuestro trabajo como un bien suntuario que un gobierno responsable debe entregar a profesionales de la taquilla. Toda semejanza con las políticas neoliberales de los 90 no es pura coincidencia. (Comunicado de la Asociación Argentina de Actores)

lunes, 10 de agosto de 2009

New York (2003)


De Daniel Dalmaroni, dirigida por Villanueva Cosse. Metidos en la pelopincho completa de agua, el ejemplo más acabado en que haya trabajado donde la acción física es tomada en su totalidad por la actividad. En esa obra el espacio acuático intensificaba la acción. Sobre todo para los actores que sufriamos el frío; hasta que logramos calentar el agua. Un excelente despligue físico puesto por Villanueva Cosse. Dijo Olga Cosentino de nuestro trabajo:
"De la felicidad a la náusea El matrimonio que integran Ernesto (viscosa composición de un soberbio Jorge Suárez) y Marta (tilinga de historieta que María José Gabin dibuja con detalle) distrae el ocio con diálogos triviales, zambullidas en la piscina y una increíble destreza para eludir el drama familiar. Un drama que desde el principio intenta, sin éxito, denunciar, el atormentado Mario (Juan Palomino, en lograda caracterización de un arrepentido a medias), hermano de Ernesto y violador reincidente de su sobrina Dolores (María Figueras), la hija adolescente de los dueños de casa." Clarín. Mayo 2003