viernes, 10 de junio de 2011

El IUNA otorga el Título de Doctora Honoris Causa a Griselda Gambaro


El próximo 29 de junio se realizará la entrega del Título a la dramaturga y narradora argentina Griselda Gambaro.

La Universidad Nacional, debe ser el espacio donde se analiza, se produce y se protege el trabajo intelectual, estético, científico y tecnológico de la Nación; donde se estimula y alienta a los creadores e investigadores a desarrollar su reflexión y su acción hacia formas sociales del conocimiento. Y también debe ser el lugar donde se los premia y celebra cuando han dado muestras de una trayectoria meritoria. Por ello, es un honor para esta Universidad, designar Doctora Honoris Causa a quien ha dedicado su vida y su obra a rescatar la historia silenciada u olvidada de una Argentina del siglo XX, compleja y contradictoria.
Símbolo de memoria y reflexión, la obra de Gambaro destaca y trasciende las fronteras nacionales y de época. Mirada crítica y filosa, mirada nunca complaciente, pero imprescindible. Porque sólo a través de la lucidez, el artista formula las preguntas necesarias. La obra de Gambaro las formula con absoluta coherencia, porque se acompañan con una vida acorde a su reflexión.
La importancia de Griselda Gambaro en el teatro argentino es el resultado de una personal producción artística que ha provocado una ruptura con el teatro en las décadas del 60 y 70. Sus textos, que se alejaban del realismo y costumbrismo del teatro argentino del momento, plantean situaciones e imágenes audaces y controversiales, como resulta notorio en su obra "El campo" por nombrar solo una de ellas. A medida que pasan los años su sólida estructura dramática y su vigor estético les dan una especial vigencia. En ellos, la autora apela a la responsabilidad y la memoria de los espectadores. Su dramaturgia es hoy posiblemente, una de las más representadas del teatro nacional – en el país y el mundo-, y objeto de estudio académico en innumerables universidades.
Griselda Gambaro es alguien que ha sabido ganarse la vida sin temor a representar y develar las formas más sutiles y más atroces de la violencia: el autoritarismo, el crimen político, el terrorismo de estado, en momentos en que hacerlo podía significar poner en peligro la integridad.
Es decir, supo decir y producir arte sin temor a ganarse la muerte. Allí radica, simplemente, su coraje y honorabilidad.


Elogio Académico y Entrega del Título
Miércoles 29 de Junio de 2011 17.00 Hs. Sala Orestes Caviglia Teatro Nacional Cervantes Libertad 815. Buenos Aires

lunes, 6 de junio de 2011

Retrato Parakultural. La peli de Batato.

CRÍTICA


Retrato Parakultural Por Juan Pablo Russo

Dirección: Goyo Anchou y Peter Pank
Origen: Argentina
A través de de una serie de elementos cinematográficos, Goyo Anchou y Peter Pank reconstruyen en La peli de Batato (2011) no sólo la vida y obra de quien fuera uno de los referentes de la movida teatral argentina post dictadura, sino también la historia del movimiento under y su influencia cultural.

Tomando como punto de inicio una tesis cinematográfica que Peter Pank realizó con Batato Barea a principios de los 90, el binomio de realizadores reformula ese material junto a una serie de imágenes cedidas por el propio Batato antes de su muerte para, así, construir una de las biografías más consistentes sobre uno de los referentes actorales de aquellos años en los que el Parakultural era el templo de la vanguardia argentina.
El documental mantiene una impronta fiel a la del personaje que muestra. Para ello se nutre de una serie de elementos cinematográficos que sirven para brindarle dinamismo y no caer en el típico formato periodístico. Pantalla dividida, sobreimpresiones de imágenes, composición sonora en varios planos, testimonios actuales fundidos con imágenes de archivos, sirven para que la forma elegida de acercarnos la historia sea afín a la historia. Mostrar la vida de Batato siguiendo ciertos parámetros característicos del documental clásico hubiera sido una traición y esa ruptura termina siendo uno de los puntos en donde el documental adquiere una dimensión aún mayor. Son ciento cincuenta minutos de historia pero con el virtuosismo de no descuidar el ritmo narrativo y mantener al espectador atento a la recepción del texto fílmico. Si existía el prejuicio –inexacto- de que el documental aburre, y si es largo mucho más, La peli de Batato rompe con ese preconcepto.
Resulta interesante la cantidad de personajes que aparecen brindando testimonio sobre Batato y su época, algunos hoy convertidos en estrellas mediáticas inalcanzables que se prestaron a participar. Así vemos desfilar a Antonio Gasalla, Alejandro Urdapilleta, Humberto Tortonese, Verónica Llinás, Carlos Belloso, María José Gabín, Alejandra Flechner... hablando de lo bueno y lo malo, de semejanzas y diferencias, de egos y divismos, de quiebres estéticos y clasicismo, de olvidos y reconocimientos, de una época pasada que los marcó y de un futuro que los consagró. El esfuerzo para conseguir a cada una de las “figuritas difíciles de la farándula vernácula” es un mérito de especial reconocimiento.
La peli de Batato no sólo es un viaje por la vida de quien fuera un referente para la movida cultural de los años 80, sino que también es un recorrido por un periodo histórico del que casi no hay material y que de manera concisa Peter Pank y Goyo Anchou se encargan de reflejar. Una película visión imprescindible para entender el “movimiento parakutural” y conocer en profundidad a quien marcó con su estilo la época dorada del movimiento under argentino.
Juan Pablo Russo para Escribiendo cine