viernes, 27 de noviembre de 2009

Balada para un loco


No llegaba a mis diez años cuando se estrenó la balada. Recuerdo su letra -que aprendí en esos años, de memoria-, cada vez que quiero cantar algún desenfreno en castellano. Los azahares, la luna rodando, no sabía muy bien por dónde, el medio melón en la cabeza, son imágenes que aparecían siempre detrás de ese árbol, junto al loco divino, con su risa y los campanarios. La música de Piazzola acompañó parte de mi adolescencia, sabía más quién era él que Horacio Ferrer. Por suerte nunca me pregunté si era tango o qué, siempre lo pude disfrutar como música, como mucho teatro que se sale de los cánones o mucha literatura narrativa que lucha contra el "cuentito". Nunca me detuve a pensar qué quería decir ese loco sobre las callecitas de Buenos Aires, pero no hizo falta, "Balada para un loco" también me contaba a mí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial el dibujo!!! Puedo preguntar de quién es?